Introducción
Detalles de la Crema
En este propósito de hacer las cosas bien, el camino no ha sido fácil, la mayor parte de mi vida la he dedicado a prepararme, tanto dentro del país como en el exterior, principalmente en Italia, en donde tuve la dirección personalizada del Profesor Franco Citterio, un científico de primera línea de la universidad Católica del Sacro Cuore de Roma, y de otros profesores como Giani Ghirlanda, Capputo, Gregorio Cina, Castagneto, Tacchino, Nani. Los conocimientos impartidos por ellos fueron la base para iniciar el proceso que ha dado como resultado los avances científicos de los cuales expongo algunos en esta página Web.
Particular reconocimiento hago al IILA (Instituto Ítalo-Latino-Americano) por la beca que me otorgó para financiar mis estudios en Roma, sin éste apoyo posiblemente nada hubiera iniciado.
A mi regreso de Italia en diciembre del 2000, inicie los estudios de las plantas, convencido de que en ellas encontraría la respuesta para solucionar el problema de los diabéticos, al menos en lo que a las heridas por pié diabético se refiere.
Ellas a diferencia de los animales, son reservorios de moléculas que en muchos de los casos no les sirven para nada, y están allí en espera de que los investigadores las identifiquemos, aislemos y las pongamos al servicio de la humanidad.
Fue eso lo que yo hice, tras un largo periplo de 6 años de investigación, identifico las plantas que al manipularlas y mezclarlas dieron como resultado las fórmulas HIDYT con las que se elabora las crema de igual nombre.
Inicialmente nadie creía en mí, tantas veces vi el rostro de preocupación de mis familiares porque debieron soportar conmigo epítetos de loco, brujo, charlatán, entre otros, inferidos contra mí por todo tipo de gente y entre ellos los mismos médicos; pero como dijo un pensador “Los grandes son considerados locos hasta que sus ideas comienzan a dar frutos”, ya son varios los años en los que los frutos de esas investigaciones se han hecho ver, permitiendo un récord de más de 8000 pacientes sanados.
Mi intención nunca fue la de convertirme en un médico afamado, sino la de servir y dar soluciones a problemas que en muchos casos son lancinantes; por eso rehuía a las insinuaciones de periodistas de mi provincia que me insistían para que diera a conocer a la comunidad mis logros, hasta que un día accedí y en un solo día di entrevistas a la radio, televisión, y prensa escrita, convirtiéndose en un boom.
A propósito, tantas veces me he preguntado si en verdad lo que inventé valió la pena, o estoy exagerando, pero al ver todos los días pacientes que vienen de diferentes hospitales y clínicas de diferentes ciudades del Ecuador con tratamientos de lo más diversos, me convenzo de que valió la pena tanto esfuerzo, cuando a los pocos días de iniciar a aplicar la crema los resultados son diametralmente mejores.
Tuve miedo que dado a conocer mis logros, alguien los intentara plagiar, pero además sabía que mis resultados no eran concluyentes y que debía continuar los estudios para la acreditación científica de su eficacia y seguridad, entonces buscando apoyo me dirigí a la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador en donde hablé con el Dr. Edmundo Estévez que en esos momentos era Director del Departamento de Bioética de la Universidad Central.
Él fue uno de mis profesores, en el estudio de la carrera médica, y con mucho afecto me recomendó tomar las previsiones del caso contra el robo de autoría y me recomendó hablar con ciertos investigadores de la facultad de Química de la U. Central con quienes hablé varias veces pero nada prosperó, en todo caso los nexos con él han sido y siguen siendo valiosos.
Considero al Dr. Estévez mi mentor del proceso de patentación del invento, por sus palabras, “No es justo que esto se quede para el servicio exclusivo de tus pacientes, debes ponerlo al servicio de toda la humanidad”.
Previo al contacto con el Dr. Estévez había hecho conocer de mis avances al profesor Franco Citterio, él hizo conocer del particular a las autoridades de la Universidad Católica de Roma y por su intermedio se me invitó para que viaje a Roma a continuar las investigaciones allá.
En septiembre del 2010 viajé Roma, pero no sintiéndome satisfecho de los términos en los que debía darse mi relación con la Universidad, decidí volver a mi país, pero en los 4 meses que permanecí allá tras largas jornadas de investigación en solitario cumplí con los requisitos para la patente italiana. Durante el 2012 continué con mi Oficina de Patentes en Italia los trámites y estudios para la Patente Mundial, consiguiéndola, y en la actualidad estoy en la etapa de extensiones de patentes para diferentes países. Todo este proceso ha significado para mí y mi familia mucho esfuerzo.
Debo agradecer enormemente a mi esposa Aracely porque ha tenido toda la paciencia para soportar mis ausencias y apoyarme incondicionalmente en esta aventura de científico.
Pero como el conocimiento es infinito, mis investigaciones no han parado, invento y descubro nuevas cosas, nuevas técnicas y planteo nuevos conceptos y términos que van definiendo y perfeccionando mi técnica siempre al servicio de mis congéneres.
Con este invento me estoy convirtiendo en el primer médico ecuatoriano que logra inventar y patentar un invento a nivel mundial, pero aquí en el Ecuador aún no entienden la dimensión de esta hazaña.
En el 2009 en los Estados Unidos se patentaron 43 inventos, de los cuales el 90% correspondían a empresas privadas, el 7% a Universidades, y el 3% a personas naturales, lo que significa no más de una persona. El 2010 yo en solitario haciendo las veces de empresa privada, Universidades, Estado y de persona natural, patento este logro. Cabe anotar que mi patente representa el 98% de patentes ecuatorianas, por la simple razón de que en nuestro país o no se hace investigación, o no se patenta. No se debe olvidar el tamaño de los EE.UU que integra 50 estados, cada uno más grande, con mayor población y mayores recursos que el Ecuador y tan sólo hubieron 47 patentes en ese año.
Todo lo hice solo, fueron muchas las veces que solicité apoyo económico para continuar mis investigaciones, al gobierno, a los laboratorios farmacéuticos, a la empresa privada, a los bancos, a la misma Corporación Financiera Nacional; a través de la prensa en las múltiples entrevistas y reportajes que se me han hecho, o por oficios y visitas personales; pero nunca ha habido una mano amiga que haya creído en mi proyecto, unos escépticos, otros presumidos y otros pensando sólo en el provecho que pudieran sacar.
Al final entiendo que poco les interesó la suerte que pudieran haber corrido los miles de pacientes que he salvado de la amputación.
La idea de patentar en Italia surgió por la negativa del IEPI (Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual) que no consideró este logro como un invento.
El camino aún es largo, y siempre será bienvenido cualquier apoyo, principalmente económico para continuar las investigaciones que me permitan cumplir con todos los requisitos para sacar las cremas al mercado, y construir el instituto de Diabetología en el que se pueda dar una atención integral al paciente diabético, con el que siempre he soñado.
Las cremas hidyt comprenden tres tipos: DEBRIDANTE, GRANULANTE, Y REEPITELIZANTE. Fueron desarrolladas a base de plantas. La idea nació hace 14 años buscando encontrar alguna crema que me ayudara a abreviar el tiempo en las etapas de curación de las úlceras diabéticas. En las pocas cremas que tenía a mi disposición encontraba varios inconvenientes: unas tenían un efecto debridantes, otras solamente eran granulantes y otras reepitelizantes. Además, sus efectos buenos en principio se veían disminuidos o limitados por ciertos inconvenientes como poca adhesividad, poca o ninguna absorción, en otros casos actuaban como material oclusivo, y otras veces producían resequedad, deshidratación excesiva de la superficie lesional y de las secreciones de las heridas, más los restos de las cremas precipitadas, dan lugar a las costras. Así, de las unas, las debridantes; sus bondades consistían en limpiar los lechos de las heridas y, su uso más allá de esta etapa atentaba contra el esfuerzo del cuerpo por granular y llenar el espacio ulceroso con tejido de granulación.
Las granulantes estimulan la aparición y crecimiento del tejido de granulación. Las reepitelizantes son particularmente útiles en la última etapa de reparación de una herida profunda con pérdida de tejidos y en las heridas superficiales, como en las quemaduras de primer grado. Estas cremas aplicadas indistintamente en la etapa que no corresponde, enlentecían los procesos de reparación de una herida y los resultados aparentemente buenos son más bien debidos a los esfuerzos del organismo humano que ha logrado vencer el trauma físico, bacteriológico, y químico de las cremas mal aplicadas.
He probado cremas granulantes que se adhieren fuertemente a los tejidos y que se comportan como un material oclusivo que además de ser difícil de retirar resecan la herida y producen costras.
Partiendo del concepto de la utilidad y necesidad de proveer un medio húmedo a las heridas para que como todo tejido vivo pueda crecer en el ambiente más propicio, se han ideado compuestos con los cuales se han confeccionado apósitos húmedos que definitivamente son de gran utilidad.
Las cremas HIDYT fueron desarrolladas y experimentada en pacientes diabéticos aquejados de serias lesiones en sus pies, tanto de tipo neuropáticas como isquémicas, infecciosas y traumáticas. Se trata de heridas profundas de gran dimensión que afectan todo el talón o la zona pedia, o todo el dedo gordo del pie o todos los dedos, o toda la planta del pie; que en profundidad dejan expuesto el plano óseo y, en muchos casos con infecciones plurimicrobianas, purulentas; con amplias zonas de necrosis que involucra hasta el hueso.
4. Efecto estimulante de la generación de nuevos vasos sanguíneos arteriales que conjuntamente con el efecto vasodilatador arterial aseguren una excelente irrigación.
Pié con herida que comenzó en cuarto dedo y avanzó hacia zona pedia y plantar. A través de la vaina tendinosa se extiende en sentido cefálico. El edema es por la inflamación.
El mismo pié casi totalmente regenerado. Nótese que el edema es mayor que cuando la herida era cruenta e infectada, sin embargo el aspecto general no es de inflamación.
Estas dos propiedades de las cremas fueron alcanzadas con éxito con las fórmulas ideadas; pues, esto se demuestra con la coloración rojo intenso de la lesión y particularmente del tejido de granulación y el aspecto pletórico de todo el pié. Además, sucede que un vez terminado el proceso regenerador y cerradas por completo todas las heridas, el pié sano permanece pletórico. Esta situación se acrecienta cuando el paciente camina. Es tal la confluencia de sangre que todo el pié se hincha y toma una coloración azulada y caliente. Por esta razón se le aconseja al paciente detenerse y elevar el pié con lo cual se deshincha inmediatamente, o en su defecto caminar tramos más cortos.
Este problema remite espontáneamente en uno a tres meses, tiempo en el cual los vasos de neoformación se obturan o degeneran en virtud de que no es requerido más este gran aporte extra de sangre, muy útil durante el periodo de granulación y reparación activa de tejidos.
Pie infectado con lesión cerrada en zona pedia .
También han sido probadas en heridas diabéticas en diferentes partes del cuerpo como en zonas glúteas, púbicas, Abdominales, y dorsales.
Herida en segundo dedo que resultó espontáneamente como consecuencia de una insuficiencia arterial severa, la indicación era amputar. Nótese el aspecto pálido del pié.
La misma herida totalmente cerrada.
Lesión en la punta del dedo gordo ocasionada por penetración de un pedazo astilla de madera.
Herida en la espalda en el dorso ocasionada tras drenar absceso cerrado.
Dedo infectado debido a penetración de objeto extraño en la punta.
5. Efecto hemorreológico que se traduzca en una menor viscosidad de la sangre, que en este caso se tradujo en resultados que pueden ser atribuidos a una actividad antiagregante plaquetaria, fibrinolítica, antitrombótica o Trombolítica; o bien sea a la presencia de alguna de ellas o la interacción de varias de ellas o de todas entre sí. Lo cierto es que esto se traduce en la desobstrucción de las venas trombosadas y consecuente desaparición de los trazos negruzcos correspondientes a las venas en mención.
También se expresa por la presencia de sangrado importante, en sábana, desde los tejidos.
Cuando este efecto se hizo más notorio pero esporádico, llegué a pensar que se trataba de un error mío, pensé que posiblemente había dejado algún vaso importante suelto o que tras varios días de haber operado al paciente este se soltó ocasionando tal sangrado. Cada vez que el paciente se paraba se venía en sangrado. Por esta sospecha debí operar nuevamente el pié que se encontraba en franca granulación, pero para mi sorpresa no encontré ningún vaso suelto. En este paciente debí transfundir tres pintas de sangre, suspender la aplicación de las cremas y aplicar vitamina K IV para detener en sangrado. El TP y TTP estaban prolongados.
Herida extensa que desde el glúteo izquierdo avanzó en túnel necrosando el tejido celular subcutáneo y cojinete adiposo de lado isolateral de la vulva ascendiendo hasta el ombligo y en hemicinturón se extiende hasta ángulo costo-vertebral. Se originó por un forúnculo.
Este caso comenzó retirar bruscamente un cayo en cara dorsal del tercer dedo. Lo operé en 11 veces en 8 meses de tratamiento. El sangrado de las heridas era tan significativo que bastaba bajar el pié al suelo para venirse en hemorragia. Debió transfundírsele 3 pintas de sangre.
Herida extensa que necrosa el dedo gordo y toda el área pedia y plantar alrededor hasta el plano óseo.
Otro caso en donde se muestra la costra formada sobre la piel de más reciente formación alrededor del borde activo de reepitelización.
En todos esos casos los resultados han sido excelentes.
Debo señalar que en vista de que mi trabajo es como Médico Privado, los pacientes con los cuales he realizado mis estudios han sido atendidos en la modalidad de consultas ambulatorias; dependiendo del estado del paciente inicialmente, se le ha hospitalizado en clínicas particulares por tres a cinco días y luego se les ha seguido con visitas al consultorio cada 7 días, luego cada dos semanas, después cada tres semanas y por último cada mes.
Por los resultados obtenidos en pacientes diabéticos en quienes todos los procesos biológicos están alterados. Pues una de las condiciones para que una persona con diabetes desarrolle heridas graves que en otra persona aparentemente normal serían leves rasguños, es que su control metabólico sea pésimo y por ende hay un enlentecimiento de los procesos regenerativos y de resistencia a las infecciones y, más bien sus fluidos corporales se convierten en excelentes medios de cultivo para que gérmenes saprófitos se tornen lesivos, y oportunistas como los hongos se transformen en invasivos, y aeróbicos facultativos se tornen anaerobios. Entonces comencé a probar las cremas en pacientes que no padecían de diabetes pero que por alguna situación desarrollaron úlceras de diferente gravedad y dimensiones. Se ha probado en úlceras varicosas, heridas traumáticas, de decúbito, quemaduras, y últimamente en cloasma facial de larga data.
Mujer con cloasma facial de 18 años de permanencia, y acné de tercer grado. Nótese la piel inflamada y manchada.
La misma paciente 5 días después, la piel más clara y los nódulos ausentes.
Con estos antecedentes, me propuse crear varias cremas que cumplieran con las siguientes propiedades:
1. De fácil absorción para que actúen no por contacto, sino por asimilación y difusión desde el sitio de aplicación en el lecho lesional hacia los tejidos perilesionales e incluso con alguna repercusión sistémica.
2. Poseer nutrientes que al ser absorbidos y asimilados por los tejidos en neoformación que aseguren los sustratos tanto en carbohidratos, minerales, proteínas, vitaminas, y lípidos necesarios para las funciones regenerativas en proceso.
3. Efecto vasodilatador arterial, al menos a nivel lesional y perilesional, con el propósito de mejorar la caótica circulación que es cosa común en los pacientes diabéticos.
Esta fue la última operación que le practiqué buscando encontrar algún vaso sanguíneo abierto que justificara la hemorragia persistente, pero no había nada.
Esta situación que inicialmente era esporádica, de un poco tiempo para acá se hizo común.
Por esta razón y por otras más, después de haber detectado la causa, actualmente he debido reducir la concentración de los componentes.
En unos pacientes la hemorragia es muy diluida de modo que al retirar las gasas al momento de la curación persiste el sangrado, mientras que en otros al momento de retirar las gasas se encuentran los coágulos entre los gránulos del tejido de granulación. Pero siempre el tejido de granulación sangra con facilidad al retirar la fibrina superficial.
Aunque tenía mis sospechas de que al menos una de las plantas era capaz de ocasionar hemorragia, en una paciente probé por separado a cada una de las plantas haciendo una crema con cada una de las plantas, sólo con una de ellas, y aquella que menos esperaba produjo un discreto sangrado que no revistió importancia como para atribuirle a ésta tal propiedad.
Esto me ha hecho pensar que en este caso como en otras propiedades, sea posible que si bien cada planta aporte con una propiedad en especial, pero al mezclarlas en las proporciones consabida se den sinergismos de potenciación; o incluso sea posible que resulten moléculas nuevas con efectos medicamentosos inesperados.
Como posible beneficio indirecto resultante de las propiedades vasodilatadora y fluidificante de la sangre, como anécdota curiosa, reciénteme un paciente reportó que adolecía de falta de erección acompañado de disminución de tamaño del pene, pero desde que comenzó a aplicársele la crema en la variedad granulante empezó a experimentar correntazos que desde el sitio de la herida en el pié ascienden por todo el miembro inferior hasta el pene, además de aumento del tamaño del pene y erección nocturna.
Igualmente una paciente reportó sentir los mismos corrientazos que hacen el mismo recorrido.
Si esto es cierto, se va configurado la necesidad de orientar estudios en este sentido con el propósito de confirmar o desvirtuar tales aseveraciones que de ser verdaderas se estaría identificando otra utilidad, claro que no de la presentación en crema, pero sí de las fórmulas como tales en la disfunción eréctil masculina y frigidez femenina.
Con cierta suspicacia se pudiera decir que tengo esa humana tendencia a sobredimensionar los beneficios y propiedades de mi invento, respaldado por la afirmación cómplice de quienes han sido mis pacientes, pero tanto mis métodos y técnicas (las he llamado TECNICA DE REGENERACION TISULAR ASISTIDA, TRTA) como las cremas, han sido aplicadas a paciente que en su mayoría ya han sido tratados por otros médicos, con otros métodos y otras cremas, sin que hayan logrado buenos resultados; siendo estas las causas por las que se han visto tentados a solicitar mi asistencia.
Se ha tratado de heridas de corta evolución infectadas, purulentas, en pacientes sépticos y en muy mal estado, descompensados, anémicos; en quienes la antibióticoterapia implementada ha fracasado; o heridas de larga data, limpias con una granulación incompleta o totalmente granuladas o en incipiente epitelización. En fin, heridas que por alguna razón su normal evolución se detuvo en alguna de las etapas de curación. Así he aplicado mis técnicas y las cremas en heridas envejecidas de uno, tres, 8 meses, y la más envejecida de 40 años de evolución en la que encontramos tejidos arcaicos dispuestos en manera desordenada, juntos unos con otros en etapas diversas dentro de la misma herida. Lo interesante es que estas heridas a los 2 a 3 días de iniciar mi tratamiento, los cambios se tornan demasiado esperanzadores, hasta llegar en pocas semanas a la curación total; lo que significa que las cremas tienen la capacidad de reactivar la regeneración celular de vasos sanguíneos, tejido de granulación y piel de manera ordenada y armónica, independientemente de las condiciones del medio lesional y de la etapa reparativa en que se haya detenido la herida.
Al menos en la etapa de granulación he probado a las plantas de manera individual, y aun cuando la granulación ha continuado y según me han reportado personas que han hecho alguna experiencia con zumo de algunas de estas plantas individualmente con buenos resultados, pero definitivamente al mezclárselas los resultados son diametralmente mejores.
6.Propiedad antibiótica que no obstante saber de su existencia por la utilización de ciertas plantas con capacidad antibiótica conocida, tomaba mis previsiones adicionándole a la mescla un antibiótico convencional en crema, de a poco fui abandonándolo una vez convencido de no ser necesario.
Herida en talón, 2 meses de evolución. Nótese las arrugas.
La misma herida a 2 semanas de tratamiento. Nótese el aspecto rosado vivo pletórico, las arrugas han desaparecido.
Desinflamante.- tiene potente acción desinflamante que es visible no solo en el lecho de la lesión sino también en la piel perilesional, cambiando hacia lo normal el eritema, la cianosis y el edema. En el lecho de la lesión de a poco cambia el color rojo vinoso de las heridas traumáticas e infectadas, al rojo escarlata. Por esta razón, una vez que se comienza a aplicar las cremas, no se requiere de desinflamantes orales. Esto es de mucho beneficio tanto económico como orgánico ya que se prevendrían así las consecuencias gastrointestinales, renales y de otro tipo resultantes del uso indiscriminado de los AINES.
Absceso en talón, zona perilesional enrojecida e hinchada.
A las tres semanas ha desaparecido el eritema y la hinchazón, hay recambio de piel, abundante tejido de granulación y pocos detritus.
Secretante - humectante.- posiblemente este sea el principal mecanismo mediante el cual esta fórmula logra los efectos desinflamante de deshinchar. Esta propiedad es tan fuerte que inicialmente era desagradable para el paciente porque embebía los apósitos, pero sobre los detritus y el tejido fibroso; los reblandece, con lo cual facilita la remoción. Además esta propiedad es de particular importancia porque mientras que en otros casos y con otras técnicas se han debido idear sustancias para proveerle un ambiente húmedo a las heridas mediante la confección de apósitos, en nuestro caso por inducción de la crema, la propia herida se mantiene humectada a la vez que se deshincha deshidratando los tejidos inflamados hasta los límites de lo provechoso.
Con las variantes que introduje a las fórmulas originales logré modular esta propiedad sin afectar los beneficios parciales ni finales.
Se trata de un tejido de neoformación, exuberante color rojo claro, granuloso, que sangra con facilidad, que cubre toda la extensión de la herida y envuelve y rodea tendones, arterias, venas, huesos y nervios, sin restarles funcionalidad. Después de haber llenado los vacíos profundos, en la superficie crece hasta llegar a superar el nivel de la piel de los bordes de la herida.
Por ahora estoy empeñado en evaluar en qué tiempo comienzan a presentarse los primeros signos de inicio de la actividad granulante con cada una de las variantes.
La actividad granulante es la perla preciada de estas fórmulas, fue el principal cometido que me llevó a esta investigación y a idear estas fórmulas. Es la consecuencia de todas las propiedades buscadas y encontradas en estas cremas; para ello aportaron la propiedad vasodilatadora y fluidificante de la sangre, la neoformación de nuevas yemas vasculares arteriales principalmente, los nutrientes adicionados, la propiedad desinflamante y humectante, y el efecto antibiótico.
En suma, es el principio y fin de todo el trabajo realizado por mí en esta investigación, y la respuesta recíproca justa del cuerpo afectado al cual se le aplicó estas cremas, en quien todos los principios activos estimularon las respuestas regenerativas.
Este tejido de granulación desde el inicio fue exuberante, de gránulos gruesos que día a día crece desaforadamente.
Con el aumento de potencia de las cremas han sido muchos los casos en que he tenido miedo de haber creado un mounstro que luego no pueda controlar, pues crece comportándose como un tumor maligno rojo, que envuelve todo cuanto encuentra a su paso. Sin embargo al comenzar la actividad reepitelizadora y cambiar de crema, se frena la actividad granulante, y el tejido que era granuloso se torna liso, y lo que inicialmente superaba el nivel de la piel circundante perilesional se allana quedando al mismo nivel de la piel sana en plena armonía.
Herida amplia que involucra la parte externa del dorso del pié y avanza hacia arriba por encima del maléolo externo, necrosa el dedo gordo y la pate anterointerna del la planta del pié. La flecha señala un tejido granuloso grueso bajo el efecto de la crema granulante. Comienza a presentarse la actividad reepitelizante.
Pié diabético que comenzó por hincada con tachuela en el dedo gordo. Nótese abundante material fibroso muy suelto y húmedo.
Debridante.- su propiedad debridante es el resultado de la acción química de alguno o algunos de sus componentes sobre el tejido tendinoso, conectivo, material purulento y detritus.
Pié diabético con amplia zona de necrosis, la pinza muestra la consistencia laxa del tejido conectivo bajo el efecto de la crema debridante
La misma herida bajo el efecto de la crema reepitelizante. Nótese que el color del tejido de granulación se torna rosado pálido y los gránulos se hacen finos. La actividad reepitelizadora es activa.
Por varias ocasiones los pacientes al no tener a mano las cremas en cuestión han aplicado cremas convencionales o han aplicado sustancias caseras muy conocidas en nuestro medio, no niego su poder curativo que además pueden ser ayudadas por la actividad residual de las cremas Hidyt, sin embargo es notoria la diferencia; en el caso de la etapa de granulación, el tejido de granulación se torna liso y una vez retomada la aplicación de las cremas nuestras vuelve a verse la misma fuerza regeneradora de gránulos gruesos.
Los diferentes componentes fueron probados por separado sobre músculo y sobre tejido conectivo de ganado vacuno por ocho días sin que los resultados hayan sido muy convincentes; sin embargo dos de ellos mostraron actividad de proteasa del 33% aproximadamente. Pero mezclados, sus efectos son evidente, posiblemente producto de un sinergismo entre ellos o, entre ellos y las enzimas y productos secretados por la misma herida. Esto es cierto puesto que día a día la consistencia del tejido fibroso que yace en la herida va perdiendo fuerza y adherencia, pudiendo ser removido con facilidad de la herida, y en algunos casos sale adherido a la gasa como en efecto lo suelen referir los mismos pacientes al hacerse las curaciones en sus domicilios.
Herida varicosa en zona pedia y retromaleolar externa que expone el músculo pedio y el extremo inferior de la tibia, en tratamiento por 8 meses con varias cremas convencionales. Se nota el aspecto envejecido de los tejidos desvitalizados.
La misma herida a los 3 días de tratamiento. Nótese el aspecto vivo y limpio de los tejidos por efecto de la crema debridante.
Herida debida a inyección intravenosa errada que produjo necrosis de todas las capas de la piel, el tejido de granulación ha llenado todo el espacio y supera el nivel de la piel.
Pie diabético, el tejido de granulación ha cubierto todo el fondo de la herida pero persiste algo de detritus –flecha.
Reepitelizante.- uno de los retos más difíciles de lograr en una herida de larga data es sin lugar a dudas el despertar la actividad reepitelizante. Según algunas teorías esta se da por proliferación del epitelio de los bordes de las heridas y posterior resbalamiento de las nuevas células epiteliales desde los bordes, en sentido concéntrico hacia el lecho de la herida, pero esto que debería ocurrir al final de la etapa de granulación, con esta fórmula, comienza tan pronto, que al finalizar la reepitelización, la cicatriz quedaba deprimida porque la reepitelización ha sido más veloz que la granulación. Esto ocurría en las primeras pruebas.
Trombolítica.- En las heridas varicosa es común ver en el lecho de la lesión y en todo el miembro inferior los trayectos tortuosos de las venas trombosadas. Por esta razón está indicado el uso de anticoagulantes como parte del tratamiento de estas úlceras. En el lecho de las úlceras varicosas sin mucho esfuerzo se aprecian los cordones azulados de las venas trombosadas. En este tipo de heridas, ya a la primera semana de aplicación de la crema debridante desaparecen totalmente las venas trombosadas sin dejar el menor rasgo de que existieron, y este beneficio se mantiene con la aplicación subsiguiente de los otros tipos de la crema.
Precoz inicio de la reepitelización, el tejido de granulación aún no ha alcanzado el nivel de los bordes.
La misma herida totalmente reepitelizada, nótese a depresión de la cicatriz.
Herida varicosa de 40 años de evolución, las flechas señalan venas trombosadas en diferentes partes de la lesión.
Herida de decúbito en el talón de 2 meses de evolución, hay una constante actividad granulante en medio de material purulento y detritus.
La misma herida a los 7 días, las venas han desaparecido totalmente.
Granulante.- la aparición del tejido de granulación se da independientemente de que la etapa de debridación y limpieza de la herida se haya completado y tiene como sustrato y origen el mismo tejido conectivo sano de las fascias superficiales, las arterias y venas que quedan expuestas, las fibras musculares y, la médula ósea cuando esta queda expuesta.
La misma herida a las 6 semanas totalmente sana, el tejido de granulación llenó la herida sin dejar depresión.
Hay un hecho que me ha llenado de asombro; son varias las veces que en algunas heridas se han presentado núcleos de reepitelización en el centro o en cualquier sitio dentro del lecho de la herida separado de los bordes activos, y en algunos casos estos núcleos de reepitelización aparecen antes que la reepitelización comience en los bordes.
Pié diabético con amplia zona de necrosis. La flecha señala el extremo del cuarto metatarso.
Pié diabético cuyo pronóstico era la amputación, fue recuperado, y avanzada la granulación la reepitelización dentro de la herida separada del borde.
El extremo sangrante del metatarso amputado señalado por la flecha.
La flecha señala el sitio donde fue amputado el extremo del metatarso cubierto por tejido de granulación vivo.
La flecha señala un núcleo de reepitelización que se originó aislado de los bordes de la herida.
La nueva piel es de la misma calidad que la piel original que poco a poco va tomando el color normal, a tal punto que prácticamente no queda cicatriz. También recobra la sensibilidad normal.
La actividad granulante llena todo los resquicios y escondrijos que puedan haber quedado producto de la gran destrucción de tejidos que causa la infección, y aquellos propios de la anatomía de órganos como el pié y la mano.
Es común que producto de la secreción normal de las heridas, sobre el tejido de granulación y entre los poros y espacios que quedan entre los gránulos, se deposite un material gelatinoso transparente, cuya consistencia y adherencia al tejido de granulación con el tiempo se va haciendo mayor; esta es la fibrina que al desecarse da lugar a la costra que recubre a las heridas envejecidas. En muchos casos entre la superficie del tejido de granulación y esta costra se forma un espacio ocupado por pus.
Con estas cremas la producción de fibrina es mínima, de poca consistencia y poco adherente al tejido de granulación; y con una de las fórmulas su presencia es prácticamente nula a los 7 días de curación.
La misma herida tras una semana en que deliberadamente cambió la crema por otra. Es evidente la acumulación de fibrina y costra en los bordes.
Este acontecimiento es particularmente importante, porque el hecho de que una herida se conserve libre de fibrina hace que disminuya la frecuencia de las visitas médicas lo cual abarata enormemente el costo puesto que disminuye el número de visitas.
Herida totalmente regenerada por el tejido de granulación, los bordes activos han comenzado la reepitelización. No se aprecia fibrina.
La misma herida tras una semana en que deliberadamente cambió la crema por otra. Es evidente la acumulación de fibrina y costra en los bordes.
Como ya se señaló, el sangrado resulta un problema que se controla disminuyendo la concentración de los componentes. Sin embargo queda pendiente identificar cual es el componente o los componentes o las moléculas resultantes, las que dan lugar a este efecto para reducir la concentración de estas sin que se afecten los resultados finales regenerativos.
Pié diabético que muestra la sangre coagulada debido al sangrado en sábana en toda la herida ocurrido horas antes tras haber bajado el pié.
Sangrado en sábana activo que ocurre en el momento de retirar las gasas.
Principalmente ahora que la potencia de las cremas se ha incrementado, a pesar de haber controlado las hemorragias, se está haciendo una constante apreciar una coloración violeta debajo de la piel nueva lo que estoy interpretando yo como un posible sangrado subepitelial que deberá ser corregido.
Al pasar los días esta extravasación se reabsorbe sin dejar señas y sin enlentecer el proceso de curación.
El color verde del tejido conectivo es debido a la infección por pseudomonas que apareció durante la aplicación de la crema debridante.
La misma herida una vez controlada la infección, la actividad granulante es activa. Las flechas señalan restos de la crema.
Todo paciente señala que desde que comienza a aplicarse las cremas y con todas sus variedades experimentan picotazos en la herida que algunos pacientes señalan tener recorrido desde la herida por todo el miembro inferior en sentido ascendente. Estos picotazos persisten por algunos días después de la curación total de la herida. En algunos momentos aunque esporádicos, pero muy fuertes.
Sobre todo ahora que la potencia de las cremas se ha incrementado estoy viendo que si esta se escurre hacia la piel sana circundante o sobre la piel nueva, la lesiona.
Pié diabético en donde se debió amputar el dedo gordo. Debido a una inusitada escasa respuesta el tratamiento se prolongó. Las flechas muestran las lesiones en la piel perilesional como consecuencia del efecto de la crema granulante.
Herida totalmente regenerada y reepitelizada. El color azulado es debido a un sangrado subepitelial.
Dolor que en las heridas superficiales se torna muy intenso, principalmente en las quemaduras de primer grado.
Un inconveniente que me ha sido imposible solucionar es la agresividad destructora contra los tendones, ligamentos y el tejido conectivo en general. Por esta razón es casi una consecuencia inevitable que todo tendón, ligamento o fascia que resulte en medio del lecho lesional, esté o no afectado por la infección y una vez controlada esta durante el proceso de debridación y durante la etapa de granulación, de a poco se van desvitalizando y deshilachando hasta que se pierden en su totalidad.
Posiblemente como consecuencia de una reepitelización muy acelerada se forma una piel muy delicada que muchas veces se desprende del estrado más profundo formando bulas de líquido seroso.
Herida en la zona pedia, con la crema debridante se limpió el tejido desvitalizado y detritus, se nota el tejido conectivo vivo.
Bajo el efecto de la crema granulante el tejido conectivo se masera y desvitaliza.
Pié diabético con amplia zona de necrosis totalmente regenerado. Las flechas señalan arriba una bula formada por líquido seroso depositado debajo de la piel nueva, a la derecha señalan barios espacios denudados en donde la piel muy sensible se ha desprendido.
No sé si este es un defecto de las cremas o de la técnica, toda herida en su etapa de reepitelización, en la piel nueva alrededor del borde activo se forman costras muy adherentes que es preciso retirar. Este hecho persiste hasta la que la herida se ha cerrado por completo como una costra de color café en el centro de de la cicatriz; pero al final también esta desaparece y la piel toda toma la textura y coloración normal sin que queden signos evidentes de que alguna vez hubo una herida tan cruenta.
La herida totalmente granulada y en franca reepitelización, pero los tendones y fascia se perdieron en el proceso.
Herida perimaleolar externa. Toda la piel rosada corresponde a lo que era la lesión. Las flechas señalan la costra alrededor del centro de la lesión sobre la piel más nueva.
Si bien la propiedad antibiótica es evidente, no cubre la infección por Pseudomonas y debido a que la potencia de las cremas se ha incrementado exponencialmente, la actividad antibiótica también lo ha hecho sobre los gérmenes sensibles. Por esta razón es casi una máxima que terminando la fase de debridación en la que se aplica la crema debridante aparece una infección selectiva por pseudomonas con su típico olor y secreción verdosa.
Otro caso en donde se muestra la costra formada sobre la piel de más reciente formación alrededor del borde activo de reepitelización.
El uso y aplicación de las tres cremas debe ser secuencial; o sea: primero la debridante, seguida de la granulante, y por último la reepitelizante. La debridante debe aplicársela luego de haber controlado la infección, y se continuará aplicando hasta que se haya removido todo el tejido fibroso y detritus.
Por considerar la parte económica de los pacientes las indicaciones respecto de la frecuencia de las curaciones y por ende de aplicación de las cremas ha sido la siguiente: la variedad debridante se aplica todos los días, una vez al día hasta conseguir reblandecer y retirar todo el material desvitalizado, regularmente su uso no ha sido requerido más allá de cinco días.
La variedad granulante se ha aplicado a día alterno; y la reepitelizante cada dos y tres días.
Yo entiendo que lo mejor debiera ser aplicarlas cada día. Sin embargo de todo, los resultados obtenidos son sorprendentes.
Con mis procedimientos y las cremas he conseguido recuperar máximo en tres meses casos que eran dados por perdidos, en donde la indicación era amputar.
Creo que con curaciones a día seguido los tiempos se reducen aún más.
Pié diabético infectado con amplia zona de necrosis en zona pedia. Se aprecia abundante detritus y tejido necrótico que es preciso limpiar. Ya se ha controlado la infección, a partir de este momento inicia a aplicarse la crema debridante.
La granulante se comenzará a aplicar a partir de este momento, es decir; cuando la herida esté completamente limpia, y su aplicación va hasta que el tejido de granulación haya llenado todos los espacios, huecos túneles y escondrijos formados por la infección, y haya cubierto totalmente el lecho de la herida, de tal modo que no quede ningún desnivel entre el lecho de la lesión y la piel normal perilesional.
Herida traumática en el tercio medio de la pierna. Se aprecia limpia; a partir de este momento se comienza a aplicar la crema granulante. Los pocos restos de tejido conectivo desvitalizado serán removidos por la crema granulante durante el proceso.
La crema reepitelizante se aplicará a partir de este momento, y como su cometido es cubrir totalmente de piel la zona denudada, se aplicará hasta que esto ocurra.
Herida en un paciente no diabético producida por la mordida de una serpiente que no obstante tratamiento convencional por 2 mese se había detenido la epitelización. Con la aplicación durante una semana de la variedad reepitelizante se aprecia importante borde activo de 1 cm. de ancho.
No es que en toda herida deba comenzarse el tratamiento con la crema debridante; es el estado de la lesión de quien depende el tipo de crema más adecuado para ser aplicado en el inicio del tratamiento. Lo señalado tiene razón de ser en virtud de que los pacientes me llegan regularmente con heridas que ya han sido tratadas y manipuladas por otros médico o tratadas en casa; de manera que no siempre veo las heridas desde su inicio. Por ejemplo si en la primera consulta se trata de una herida limpia sin material purulento ni fibroso ni detritus, se debe iniciar con la variedad granulante. Si se trata de una herida superficial como es el caso de una quemadura de primer grado, o la herida se encuentra totalmente granulada y con buena vascularización, se iniciará con la variedad reepitelizante.
Varios son los casos en los que la crema granulante completa el cierre total de la lesión o en su defecto el periodo de aplicación de la variedad reepitelizante es muy corto.
Esto ocurre porque desde el inicio busque crear tres cremas que sin ser polivalentes cada una, a la vez que cumplen sus funciones principales, completen la etapa anterior y promuevan y preparen las condiciones para que la siguiente crema pueda cumplir su principal cometido promoviendo la etapa que le corresponde a la vez que previene cualquier imprevisto. Así la crema granulante tiene como principal función estimular la granulación para llenar los espacios con tejido conectivo, pero además tiene alguna actividad debridante que le permite asegurar una leve propiedad emoliente para fácilmente remover algún detritus residual o algo de fibrina que pueda producirse y, a la vez tiene un leve efecto estimulante de la reepitelización que se muestra por el cambio de color de los bordes que comienzan a activarse tornándose rosados, mientras continúa franca la actividad granulante. Esto ocurre con los tres tipos de crema, con las respectivas diferencias.
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